Destrozos, pintas, vandalismo; escandalizan más que el feminicidio.

Por ti, por mí, por las que vienen, por las que ya no están y por las que no estarán, sal a pelear.

Janny Barrera

La Lucha Feminista es una constante que no tiene que parar, porque corremos el grave riesgo de regresar al pasado.

Si bien es cierto que estamos viviendo tiempos donde escuchamos constantemente que ya no existe una desigualdad entre hombres y mujeres, porque tenemos más libertades que antes, también es cierto que hoy más que nunca, nos damos cuenta de que existe una desigualdad social más allá de la desigualdad de género.

En Hermosillo, Sonora en hechos históricos, hemos visto cómo miles de mujeres sonorenses han salido a manifestarse de manera pacífica en busca de justicia, exigiendo a los tres niveles de Gobierno que se apliquen las Leyes de manera estricta en contra de los machistas violentadores, es un hartazgo generalizado en contra de la normalización de la violencia que termina en acoso escolar, violaciones, maltrato, desapariciones, trata de blancas, abuso de poder, acoso laboral y el tan horrible feminicidio.

Sonorenses en la Plaza Zaragoza 8 de marzo 2020 en Hermosillo, Sonora, México. Foto Janny Barrera

Es realmente increíble la sensación de unidad y seguridad que se vive cuando a una sola voz se clama justicia, un reclamo justo y profundo en contra de la violencia de género, una exigencia por poner un alto a tantas vejaciones que se viven desde la infancia, un rotundo rechazo a las violencias ejercidas desde el seno familiar, que según la derecha rancia y conservadora dice que es la única familia reconocida por las leyes divinas y terrenales. Iglesia y Estado por años han sido los perpetuadores de esta cultura machista que cada día queda más expuesta gracias a la tecnología a la cual tenemos acceso.

Marcha Feminista 8 de marzo 2020 en Hermosillo, Sonora, México. Video Janny Barrera

Los cánticos de guerra y lucha se meten hasta las entrañas de las que estamos presentes y que nos motivan a seguir en esta lucha a pesar de ser señaladas por las mismas mujeres que viven bajo el yugo del sistema patriarcal, sí, aunque les duela aceptarlo, es inadmisible que la lucha feminista no nos una por igual, al machista opresor le encanta la idea de vernos divididas, de saber que mujeres se enfrentan a mujeres para defender al sistema opresor, del cual son víctimas y que se niegan a dejarlo por temor a una vida de libertad a la cual nunca han tenido acceso, por estar metidas en un rol impuesto, con construcciones sociales que las invitan a diario para que se sientan las reinas del hogar, ese mismo hogar en el cual se cometen tantas vilezas en contra de niñas, niños, mujeres y personas vulnerables.

Cada día estaremos viendo cómo más mujeres se suman a este movimiento por la igualdad y la justicia, ver a una Minerva y una Diana Cazadora ensangrentadas, paredes y monumentos pintarrajeados, vidrios destrozados, carros pintados; vuelve loca a la cultura machista, que se escandalizan, “asustan”, que en realidad se enfurecen y descaradamente se reúnen para hacer cadenas de oración en contra de la violencia que generan las feministas durante las manifestaciones y marchas pacíficas, pero poco o nada hacen para cambiar esos patrones culturales de las violencias ejercidas en contra de las mujeres y de las personas vulnerables.

Debemos tener en claro que la lucha feminista no puede parar, que debemos enseñar a nuestras hijas que deben continuar peleando a diario para no perder los espacios ganados y que se tienen que seguir ocupando por mujeres con todas las implicaciones que esto significa, no es cualquier cosa que los líderes mundiales en casi todos los niveles sean hombres, eso solo nos demuestra el porqué tenemos tantas violencias en contra de las mujeres.

Debemos exigir de manera inmediata que el cambio de régimen se lleve también a cabo en el sistema educativo en todos los niveles, exhibir todas las violencias y dejar atrás el miedo y la vergüenza que hemos sufrido por ser revictimizadas, sé que no es tarea fácil porque se trata de abrir la caja de pandora, pero esto tiene que parar, tiene que terminar y eso sólo será posible cambiando la cultura machista por una cultura de igualdad, respeto y libertad.

El sistema patriarcal y machista no es natural, es cultural y tiene que terminar.

La Iglesia tiene la urgente tarea de evitar seguir educando en el machismo, tiene que dar un giro de ciento ochenta grados para que deje de promover las violencias en contra de las mujeres y de las personas vulnerables, de las mismas personas que la única educación a la cual tienen acceso es a la del padrecito de la colonia, que educa en el machismo, basta de seguir construcciones sociales machistas que terminan en desolación, muerte y en una desigualdad tremenda, debido a la acumulación de la riqueza y de poder en manos de unas cuantas personas enfermas que quieren tener sometidas a las mujeres, niñas y niños, para sus fines malévolos y demoníacos, ellos sí que son perversos, la historia lo demuestra cada día más.

Pintas y pancartas en la Catedral Metropolitana de Hermosillo, Sonora. 8M Foto Janny Barrera

El Estado y la Iglesia tienen que entender que ya no pueden mandar a la hoguera a las mujeres insurrectas, a las marimachas que se creen hombres, a las locas, a las endemoniadas, a las brujas que las envenenaban, encerraban o quemaban con leña verde, ahora cada muerta, cada desaparecida, cada encarcelada tiene la voz de miles de mujeres que se unen de manera virtual y física, con todo el miedo y temor que esto significa, es tan cierto el dicho que dice, nos han quitado tanto, que nos quitaron el miedo.

Video completo de la Marcha Feminista del 8 de marzo 2020, en Hermosillo, Sonora, México.

Por ti, por mí, por las que ya no están y por las que no estarán, sal a pelear; Mujer escucha, esta es tu lucha #8M2020.

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