Hermosillo, Sonora | Sábado 27 de marzo de 2021 | Por Wendy Briceño Zuloaga
Cuando vi las intervenciones lumínicas en los muros de Palacio Nacional, y los nombres de las mujeres víctimas de desapariciones forzadas y de feminicidios pensé en lo importante que es nombrar. Nombrar las violencias en todos sus tipos, desde los más sutiles hasta los más extremos; nombrar a nuestras hermanas y decirles #YoSíTeCreo y también nombrar a las mujeres que han abierto camino para que nuestros derechos avancen con mayor progresividad.
Nombrar visibiliza. Nombrar nos da identidad. Nombrar nos compromete con las luchas. Nombrar transforma en acción y reflexión.
Por eso no caben los oportunismos electorales o mediáticos. El compromiso historico con esta causa no se fragmenta, no se usurpa, no se suplanta con discursos de derechas.
En la Sesión Solemne del 8 de marzo, por el Día internacional de las Mujeres, llevamos a tribuna los gritos de indignación que se han levantado en diversas plazas en todo el país.
Y también llevamos la memoria viva de mujeres que nos abrieron caminos para que las mujeres, en una representación paritaria, podamos compartir desde nuestra curul y actuar legislativo esos reclamos de las mujeres en las calles.
Así propusimos desde la Comisión de Igualdad de Género, que tengo el honor de presidir, y gestionamos hasta hacerlo ralidad, que los nombres de Hermila Galindo y Elvia Carrillo Puerto se inscribieron en letras de oro en el Muro de Honor del Salón de Plenos.
Hasta entonces solo los nombres de siete mujeres tenían ese honor; mientras que cerca de 80 hombres tenían ese lugar ilustre en la historia nacional. Las mujeres también hicieron patria; las mujeres también han formado parte de luchas transformadoras, revolucionarias, aunque no se hayan gestado en guerras y terrenos bélicos. Al nombrarlas visibilizamos sus causas que siguen siendo nuestras, revaloramos lo que ha hecho pelear por espacios de decisión: poder aportar a la historia con una perspectiva de género.
A este solemne acto, también se añadió el reconocimiento tan merecido con la medalla “Sor Juana Inés de la Cruz” a la Dra. Marcela Lagarde y de los Ríos, mujer paradigma en el movimiento feminista y amplio de mujeres, que llegó a las instituciones para transformarlas. Y esa transformación se dio desde la lucidez, la fuerza de una causa, y desde el nombrar aquello que no sé decía, que no se pensaba, que solo se intuía: cómo se ha construido la discriminación hacia las mujeres y el poder de las estructuras patriarcales.
Otra forma de honrar a las mujeres y las causas que representamos, así como a las las mujeres que nos precedieron, y a las mujeres víctimas de desapariciones forzadas y feminicidios, es legislar transformando desde estos espacios de participación política y de decisión.
Así ese día solemne aprobamos dictámenes para que el principio de paridad de género se aplique en la integración de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; aprobamos que el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), forme parte de la Junta Directiva de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE); y que en la Ley General de Cultura Física y Deporte se garantice la igualdad sustantiva de género, eliminando los obstáculos que impiden la participación de las mujeres en el deporte organizado.
También en esa sesión aprobamos reformas a los artículos 325 del Código Penal Federal y el 131 del Código Nacional de Procedimientos Penales, en materia del delito de feminicidio, robusteciendo sus marcos de procuración de justicia; y aprobamos quelos ataques con sustancias corrosivas o tóxicas se consideren violencia física, así como la creación de unidades de policía especializada en la atención de víctimas de violencia contra las mujeres.
Tenemos que nombrar a todas las mujeres, las víctimas y las que han luchado, las que han transformado, las que han sido acalladas; tenemos que nombrar todos los tipos de violencias, todas las formas de discriminación y legislar sobre ellas. De tanto nombrarlas estarán en boca de todas y de todos, para recordar los grandes pendientes del Estado mexicano y para transformar de manera consecuente a nuestras causas.
Nombramos para transformar. Nombramos para no olvidar.
Diputada Federal por Sonora Wendy Briceño Zuloaga