Año Nuevo: las curiosas maneras de festejar en otros países

Jueves 31 de diciembre de 2020

Saltar desde el respaldo de una silla, cenar lentejas, rezar en templos y quemar muñecos son algunas de las tradiciones para celebrar la llegada del nuevo año.

Además de los husos horarios, que hacen que en otros países el Año Nuevo llegue casi un día antes que en otros lugares, en los últimos minutos del 31 de diciembre suelen realizarse distintos rituales para atraer la buena suerte y festejar el arribo de un nuevo comienzo.

Y así como en Argentina, esperamos que el reloj marque las 00 para brindar y abrazarnos con nuestros seres queridos, en otras latitudes los festejos incluyen otro tipo de acciones para arrancar el año con buena energía.

Quizás, una de las tradiciones más conocidas para nosotros, que se replica en otros lugares de Latinoamérica, es la de España, que despide el año con la costumbre de comer 12 uvas en el mismo momento en el que se escuchan las doce campanas de la medianoche del 31 de diciembre. Muchos se juntan en la Puerta del Sol, en Madrid, donde se encuentra el reloj de la Casa de Correos, para escuchar el repiquetear de las campanas que marcan el inicio del nuevo año. Se cree que el comer las 12 uvas trae prosperidad.

En Italia, la tradición indica cenar lentejas con el fin de tener un año de buena energía. Hay diversas versiones sobre esta costumbre. Algunos creen que como son ricas en nutrientes, son un símbolo que refiere al deseo de tener una vida larga y sana; otros en cambio aseguran que recuerdan a las antiguas monedas de oro y por eso la comen durante la Nochevieja para conseguir prosperidad económica.

En Dinamarca, después de la cena de Nochevieja se lanzan platos a las puertas de las casas de los seres queridos para demostrar cariño y atraer la buena suerte. Además, saltan desde lo alto de una silla con la primera campanada para atraer prosperidad.

En Japón, el Año Nuevo es recibido con 108 campanadas en los distintos templos budistas que se encuentran repartidos a lo largo y ancho del país. Según esta práctica, con cada repiqueteo de las campanas el ser humano se purifica de las 108 pasiones mundanas, entre las que se incluyen la ira y la envidia. Pero no es la única tradición de ese día: muchos japoneses acuden a los santuarios para rezar para que los próximos doce meses estén repletos de buena suerte.

En Ecuador, Chile, Perú, Venezuela, Nicaragua, Colombia, México e incluso algunos puntos de la Argentina, una tradición es quemar durante la medianoche del 31, muñecos de trapo, cartón o madera y recibir el nuevo año entre abrazos y buenos deseos.

TN | Jueves 31 de diciembre de 2020

Deja un comentario